Como un triunfo de la comunidad y su fuerte oposición a proyectos hidroeléctricos en la zona han calificado la renuncia de Endesa a sus derechos de agua en el río Puelo. La empresa señaló que solo desarrollará proyectos viables económica y técnicamente y que cuenten con aprobación de las comunidades locales, algo que en la cuenca del Puelo estaba lejos de suceder.
“Estamos felices por la noticia. Lo encuentro justo, que después de muchos años se nos devuelvan las aguas que nos corresponden. Esperamos que las autoridades nos apoyen en esto, que es seguir recuperando lo que nos corresponde y vamos a seguir luchando para que se vaya Mediterráneo también de la comuna de Cochamó”, señaló María Diocares, habitante de Llanada Grande.
Durante largos años toda la comunidad de la zona del río Puelo se opuso a que la empresa española fuera dueña de las aguas. Las juntas de vecinos de todas las localidades, la comunidad Mapuche Domingo Cayún Panicheo, ciudadanos de la comuna de Cochamó, la Corporación Puelo Patagonia y distintas ONGs chilenas lucharon por un río libre. Y hoy pueden celebrar la renuncia de Endesa como un triunfo.
“Lo importante ahora es que el Estado asuma el desafío y proteja las aguas del río Puelo. Ahora van a quedar disponibles para que cualquier empresario las solicite. La ley actualmente no da garantías de que estos proyectos se ejecuten de forma amigable con el medioambiente. Toda la comunidad exige que el gobierno proteja estas aguas para conservación del ecosistema, la cultura local y el turismo”, dice Macarena Soler, abogada de Geute Conservación Sur.
Tras la renuncia de Endesa a los derechos el Senador Alfonso de Urresti señaló que “ahora lo importante es que estos recursos que vuelven a estar disponibles se declaren reserva de agua para la conservación y el desarrollo local. Se trata así de avanzar en la protección de las aguas de ríos emblemáticos como el Puelo, que tienen un alto valor medioambiental y social”.
En tanto Endesa anunció en un comunicado oficial que “seguirá trabajando en su cartera de proyectos opcionales para privilegiar el desarrollo de aquellos que sean competitivos, requeridos por el país, respetuosos con el medio ambiente y que tengan la aceptación de los habitantes en los territorios en que pretenden instalarse”. Endesa pagaba anualmente 20 millones de dólares por derechos que no utilizaba.
“Ellos renuncian también por un tema técnico, donde un punto importante es el cambio climático, ya que cuando se otorgan esos derechos en los años 90, la cantidad de agua era muy distinta a la que hay ahora en el río. El propio Código de Aguas dice que el agua que ingresa es la misma que tiene que salir desde la bocatoma hasta el punto de restitución. Por eso estos mega proyectos ya no son factibles”, aclara Manuel Passalacqua Director de Geute Conservación Sur.
Por otra parte Passalacqua, que también es Encargado Técnico de la campaña Puelo Sin Torres, explica que “cuando tenemos un superávit de energía en el país, la construcción de estos proyectos no tiene ningún sentido. Son muy riesgosos para los inversionistas”.
¿Y Mediterráneo?
Luego de la renuncia de Endesa la pregunta que ha surgido es qué pasará ahora con el polémico proyecto Mediterráneo en el río Manso, frente al que la comunidad también ha demostrado una férrea oposición. “Mediterráneo debiera en este momento hacerse cargo de su rol social y medioambiental, y al igual que Endesa retirarse”, señala Macarena Soler.
“La señal que nos da Endesa con la renuncia a los derechos de agua en el río Puelo es también un mensaje directo a Mediterráneo en el sentido de que las Energías Renovables No Convencionales están llevando la pauta en Chile y que están bajando los precios, con lo que no son rentables los proyectos hidroeléctricos de gran envergadura y que tienen una férrea oposición de la comunidad. Con esto los dueños de Mediterráneo tienen mucho más que perder que ganar”, dice Rodrigo Condeza Presidente de Puelo Patagonia.
La comunidad local celebra que Endesa haya desechado sus derechos de agua del Puelo, pero se lo toman con cautela y pretenden seguir luchando hasta que el proyecto Mediterráneo también se despida de la comuna de Cochamó.