Comunidad de Puelo entrega reclamaciones en Tribunales Ambientales de Valdivia por Central Mediterráneo

  • Diversos sectores de la comunidad que defiende la cuenca del Puelo hicieron llegar esta mañana hasta los Tribunales Ambientales de Valdivia sus argumentos para reclamar por la aprobación de la central hidroeléctrica Mediterráneo en el río Manso.
  • Las reclamaciones ciudadanas, que aluden al impacto ambiental, flora y fauna, valor turístico del lugar y el impacto humano del proyecto, entre otros, llegan a los Tribunales Ambientales con la esperanza de revocar la decisión del Comité de Ministros que aprueba la construcción de la central.

Durante los últimos tres años la comunidad de Puelo ha trabajado para evitar que el proyecto Mediterráneo se lleve a cabo, y la idea de presentar estas reclamaciones ante los Tribunales Ambientales de Valdivia es demostrar las falencias e ilegalidades con que fue aprobado.

“Estas reclamaciones ciudadanas tratan de la falta de sinceridad por parte de la autoridad, en este caso del Comité de Ministros, que omiten responder inquietudes de la ciudadanía especialmente de los habitantes de la cuenca del Puelo, en materias que son muy sensibles. El proyecto Mediterráneo no reconoció el impacto en el medio humano, sin embargo, el Comité de Ministros establece medidas de mitigación y compensación. Uno podría decir que eso es correcto, pero cómo van a establecer estas medidas si no se reconoce el impacto, y además fuera de todo procedimiento de evaluación, es decir hay cierta arbitrariedad a la hora de reconocer el impacto fuera del sistema propiamente dicho”, aclara la abogada Macarena Soler de la Corporación Puelo Patagonia.

“Desde la participación ciudadana se generaron muchas observaciones, eso se transformó en reclamaciones al Comité de Ministros. Ellos le dieron luz verde. Esas mismas reclamaciones que no fueron falladas en su fondo y de forma muy débil se fueron a los tribunales ambientales de Valdivia, por lo tanto es un paso más dentro de la legítima defensa. Llegaremos hasta las últimas instancias y esto es una muestra más de eso”, señala Rodrigo Condeza, Presidente de la Corporación Puelo Patagonia.

Además, en las reclamaciones se pide que se tomen en cuenta los aspectos que presentó la ciudadanía al Comité de Ministros, como por ejemplo la evaluación de la presencia de fauna íctica nativa. “Se resuelve una cuestión que da la sensación de que ni siquiera el comité hubiera tenido la delicadeza de leer las reclamaciones. Se dice que en 27 estaciones de monitoreo en el río Manso no se percibió la existencia de fauna íctica nativa, sin embargo, las reclamaciones ciudadanas no aludían al Manso sino al Puelo que también es afectado por el proyecto”, señala Macarena Soler.

Para la mayoría de los habitantes de la zona el mayor impacto se vivirá en el turismo. Donde la deforestación, el tendido eléctrico y la contaminación de los ríos son el principal problema. “El mayor atractivo de estas zonas con condiciones privilegiadas de naturalidad es el paisaje. Cuando se impacta el paisaje necesariamente se impacta el turismo. 63 km de torres de alta tensión con zona de despeje de tala rasa, en la cuenca principal de paisaje del río, no fueron reconocidas como impacto al turismo”, dice la abogada.

Si bien el Comité de Ministros que dio luz verde al proyecto reconoce la falta de evaluación de este impacto en el turismo, impone medidas de mitigación y compensación sin evaluarlo. Quienes presentan las reclamaciones en tanto, no comparten el hecho de que se compense un daño que no se ha evaluado, cuál es su validez y eficacia si no se ha reconocido el nivel del impacto.

“Nuestras reclamaciones no han sido reconocidas ni acogidas por los tribunales anteriores cuando, en rigor, fragmentar el proyecto como lo hizo Mediterráneo no solo es ilegal, sino que es una forma poco ética de avanzar en un proyecto sin hacerse cargo del impacto que pueda tener”, enfatiza Víctor Vaccaro, vecino y activista de Puelo.

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